CIRUGÍA ORAL
E IMPLANTOLOGÍA

EXTRACCIÓN DE MUELAS DE JUICIO

Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, o terceros molares, son las últimas piezas dentales en erupcionar en su boca. Ello generalmente acontece entre los 16 y los 25 años de edad.

Los antropólogos consideran que las dietas de los hombres primitivos determinaba la excesiva presencia de dientes en boca para masticación de alimentos poco elaborados. Las dietas modernas, mucho más blandas, determinan una involución en el número y tamaño de dientes necesarios. Sin embargo también favorecen una discrepancia de espacio óseo donde ubicar esos terceros molares cuando erupcionan a la boca.

En la actualidad se considera que alrededor de un 25% de jóvenes no tienen muelas de jucio, otro 25% las tienen y no les ocasionan problemas eruptivos, y el restante 50% presentan patología eruptiva de los terceros molares, que requiere extracción de los mismos.

La Asociación Americana de Cirugía Oral y Maxilofacial (AAOMS) estima que el 85% de los terceros molares requieren extracción quirúrgica a lo largo de su vida por un Cirujano oral y maxilofacial.

Las situaciones clínicas que más frecuentemente provocan molestias asociadas a los cordales son infecciones, quistes, y reabsorciones en dientes vecinos.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuándo debo extraer las muelas de juicio?

En términos generales, no se recomienda esperar a que los cordales empiecen a molestar. En la mayoría de los casos, la extracción precoz de las muelas de juicio determina un proceso de curación más confortable. Los estudios realizados recomiendan la exodoncia quirúrgica preventiva en adultos jóvenes para prevenir futuras complicaciones y asegurar una cicatrización óptima. Las investigaciones realizadas han encontrado mayor riesgo de complicaciones en pacientes mayores.

¿Qué ocurre durante la cirugía?

Previamente a la cirugía se le explicarán las diferentes maniobras terapéuticas, así como sus potenciales incidencias. Es un buen momento para que el paciente resuelva sus dudas y aclare sus preocupaciones. Este acto finaliza con la firma del consentimiento informado, documento oficial obligatorio según la actual Ley General de Sanidad, en el que se da por escrito la información respecto a la cirugía y se consiente expresamente su realización.

La dificultad de la extracción quirúrgica depende de varios factores, entre los que destaca la posición de las muelas y el desarrollo de sus raíces, la impactación en los dientes vecinos, el grado de inclusión en el hueso, y especialmente en los cordales inferiores, la relación existente con el nervio dentario inferior que discurre por el interior de la mandíbula.

La inmensa mayoría de estas extracciones quirúrgicas se realizan en la consulta bajo anestesia local. De cualquier forma, usted siempre podrá discutir con nosotros otras opciones anestésicas.

¿Qué ocurre después de la cirugía?

Después de la cirugía, es posible presentar signos inflamatorios del tipo de tumefacción, calor y enrojecimiento local, y dificultad para la apertura de la boca, así como unas décimas de fiebre durante unos días. Son parte del proceso de cicatrización normal. La aplicación tópica de frío ayuda a disminuir la tumefacción, y el uso de la medicación prescrita evita la presencia de dolor y mejora el disconfort. Se le proporcionarán las instrucciones precisas para que su post-operatorio discurra de la forma más cómoda posible.

IMPLANTES DENTALES

¿Sabía usted que los implantes son la mejor opción para el reemplazo de los dientes perdidos en la mayoría de las ocasiones? Las dentaduras removibles que se apoyan en la encía, o el tallado de dientes vecinos para la confección de puentes fijos, son peores opciones que la colocación de implantes.

En nuestro centro, se le explicarán las diferentes opciones terapéuticas, y se le informará de que los implantes dentales permiten restauraciones dentales de larga duración gracias a su inserción en el hueso maxilar con una sencilla cirugía.

 

Solución de primera elección para el reemplazo de dientes perdidos

Las estadísticas demuestran que el 69% de los adultos entre 35 y 44 años han perdido al menos un diente permanente de su arcada dentaria fruto de un traumatismo, enfermedad periodontal, caries o tratamientos endodónticos fracasados. Más aún, a la edad de 74 años, un 26% de la población han perdido la totalidad de sus dientes naturales.

Hace 25 años, estos pacientes no tenían más alternativa que el empleo de dentaduras completas removibles, o prótesis fijas ancladas en dientes vecinos tallados, para recuperar su capacidad de comer, hablar con claridad y sonreír de forma natural. Estas soluciones no son perfectas y generan una serie de problemas a los pacientes. Las prótesis removibles son inestables, y producen ruidos desagradables durante la masticación o el habla. Las prótesis parciales fijas lesionan dientes vecinos sanos. Existen estudios que demuestran un índice de fracaso del 30% en esos dientes sanos tallados para sujetar un puente fijo al cabo de 5 años.

Además, al no recibir función esos maxilares, se van reabsorbiendo y atrofiando progresivamente, produciendo problemas funcionales y estéticos adicionales. Incluso, con frecuencia, favorecen la aparición de patología dentaria asociada, como caries y movilidad dental, y patología en los tejidos blandos vecinos. Por ello, este tipo de soluciones protésicas requiere su reemplazo al cabo de 7 a 15 años, por término medio.

En la actualidad disponemos de mejores opciones para el reemplazo de esos dientes perdidos. Los implantes dentales son estructuras de titanio que reemplazan la raíz dentaria para, una vez integrados en los huesos maxilares (proceso de osteointegración), servir de soporte para la confección de una corona dentaria que se fija a dichos implantes. Al estar insertados en hueso, y «fusionados» con los maxilares, no presentan movilidad ni producen sonidos desagradables con el uso, ni sufren procesos de caries. Dado que las fuerzas masticatorias se transmiten directamente al hueso, la reabsorción ósea no suele representar un problema.

La experiencia mundial en implantes viene desde hace más de 30 años, con unos resultados excelentes, por encima del 95% de éxitos. La satisfacción de nuestros pacientes es elevadísima. A día de hoy, podemos considerar los implantes como la mejor opción para el reemplazo de dientes perdidos. La mejora de la calidad de vida de nuestros pacientes resulta ostensible, y hemos conseguido que muchos pacientes vuelvan a sonreir.

Nuestra satisfacción radica en el comentario que muchos pacientes nos hacen una vez finalizado el proceso: «Doctor, es lo mejor que he hecho en mi vida.»

 

¿Qué es un implante dental?

Un implante designado para reemplazar un diente está compuesto de tres partes: un implante de titanio que se integra en el hueso maxilar, una conexión que atraviesa la encía, y la corona confeccionada por el prostodoncista o dentista restaurador y que determina la función y la apariencia natural del nuevo diente.

 

Implantes versus dentaduras convencionales

Muchos pacientes que han aceptado tratamientos de implantes describen que su calidad de vida es mucho más cómoda y segura que con prótesis fijas o removibles sin implantes. Esas prótesis con frecuencia hacen sentir y parecer más viejas a las personas de lo que realmente son, proporcionando desagradables situaciones sociales cuando bailan o producen ruídos, y reduciendo el placer diario de comer de forma confortable. Todo ello determina, a su vez, una pérdida de autoconfianza que conlleva consecuencias negativas para las relaciones sociales e incluso laborales. En el fondo, estamos hablando de la felicidad de las personas.

Cuando hablamos de los beneficios que disfrutan las personas que se colocan implantes dentales, los pacientes nos suelen referir que han eliminado muchas frustraciones cotidianas y el disconfort de las viejas prótesis mal ajustadas. Con un sentimiento de renovada autoconfianza, mucha gente vuelve a descubrir la excitación de un estilo de vida activo y saludable, compartido con familiares y amigos, y la oportunidad de volver a hablar de forma clara y cómoda. Muchos de nuestros pacientes de implantes nos expresan ese sentimiento de «me siento mejor, mi aspecto es mejor, vivo mejor.»
Los implantes dentales son un esfuerzo de equipo

Los implantes dentales combinan los más modernos aspectos de la ciencia y la tecnología, incluyendo un abordaje multidisciplinario, un equipo de trabajo que involucra diferentes especialidades.

La calidad y el éxito en implantes requiere que todas las partes implicadas funcionen de forma coordinada: el paciente, el dentista restaurador que confecciona la corona dentaria, y el cirujano oral y maxillofacial, que coloca el implante con una correcta técnica quirúrgica. Todos los miembros del equipo quirúrgico están en contacto para asegurar que todo funciona adecuadamente y satisfacer las expectativas del paciente.

Una vez que los implantes están estabilizados en el hueso, su odontólogo restaurador procederá a la toma de impresiones para confeccionar unos modelos que repliquen su situación y elaborar la prótesis dentaria que se va a conectar a los implantes.

El equipo de trabajo se mantiene largo tiempo después de la colocación de las prótesis dentales definitivas. El seguimiento de su caso es crucial para proporcionar el máximo nivel de satisfacción.

 

¿Es usted candidato para implantes dentales?

En la inmensa mayoría de las situaciones, hay una solución para su caso con implantes. Afortunadamente son muy pocos los casos en que resulta inviable rehabilitar una dentadura con implantes. Con la excepción de los niños en fase de crecimiento, los implantes dentales son la solución de elección para personas de cualquier edad. Los problemas de salud deberán ser valorados de forma individualizada:

  • Enfermedades existentes. Si usted puede someterse a un tratamiento dental rutinario, probablemente pueda colocarse implantes sin problema. Con las evidentes precauciones para ciertas patologías, las personas con enfermedades crónicas como hipertensión arterial o diabetes son candidatos adecuados para la colocación de implantes con resultados exitosos.
  • Enfermedad periodontal o patología dentaria. Casi todos los implantes colocados en pacientes que han perdido dientes por enfermedad periodontal o caries se han integrado y han permitido rehabilitaciones dentarias sin problema alguno.
  • Portadores de prótesis convencionales. Los implantes pueden reemplazar las prótesis removibles o los pónticos, o pueden colocarse para estabilizar las dentaduras completas y hacerlas mucho más cómodas. Y todo ello sin provocar lesiones en los dientes vecinos.
  • Fumadores. Está demostrado que el tabaco reduce el índice de éxito de los implantes. Sin embargo, no supone una contraindicación para su colocación, y la experiencia con implantes en pacientes fumadores es altamente satisfactoria.
  • Pérdida ósea. No es una situación infrecuente en la población, especialmente en personas que han estado largo tiempo sin dientes o con prótesis removibles. Los cirujanos orales y maxilofaciales estamos entrenados y hemos acuñado gran experiencia en el manejo de injertos y técnicas para regenerar hueso previamente a la colocación de los implantes. Son técnicas predecibles, que nos permiten ofrecer a nuestros pacientes una gran seguridad de resultados.
  • Niños. Los implantes deben ser pospuestos en pacientes que permanecen en crecimiento. Aunque existen situaciones particulares en que se puede indicar la colocación de implantes en pacientes en desarrollo, lo habitual es esperar a que los huesos maxilares hayan dejado de crecer.

Si usted tiene cualquier duda al respecto, siéntase cómodo/a de acudir a nuestra consulta para despejar todas sus inquietudes y comentar su caso de forma individualizada.
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